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6 min
Commet levanta su ronda pre-seed
En este post quiero hacer algo diferente. Esta es nuestra historia. Cómo llegamos hasta acá y hacia donde vamos. Abrimos las puertas de nuestra cocina y te cuento.
Este blog post es uno de esos que me da mucha ilusión escribir. No solo por lo que significa para Commet, sino porque refleja el trabajo incansable que hemos hecho en los últimos meses.
Acabamos de cerrar una ronda pre-seed con Mr Pink VC para seguir desarrollando el mejor software de gestión de comisiones del mundo.
Commet nació hace casi 8 meses con una idea muy clara: devolverle tiempo y paz mental a los equipos de ventas. Hoy, en promedio, se gastan cerca de 60 horas al mes en calcular comisiones, resolver disputas con los vendedores y gestionar pagos.
Además, los comerciales suelen carecer de transparencia y claridad sobre sus bonos, lo que les quita previsibilidad financiera. Esto genera ansiedad, incertidumbre y, a la larga, algo que todos tememos: rotación en el equipo.
Para solucionar esto, imaginamos la herramienta que nos habría encantado tener a Gonzalo y a mí cuando trabajábamos en ventas en otras empresas. Aunque ninguno de los dos es desarrollador, eso no nos detuvo. Decidimos lanzarnos y construir algo.
Construyendo con No-Code
Aunque tengo algo de experiencia programando por hobbie y automatizando procesos en mis trabajos anteriores, estoy muy lejos de considerarme un dev. De hecho, no digo que programo, solo que uso código para resolver problemas. Decir que programo sería una falta de respeto para gente como Decker, nuestro CTO.
Con la idea clara, le dije a Gonza: “Yo construyo algo, vos conseguí algunas reuniones con empresas y les mostramos lo que tenemos”.
Así que me puse a trabajar con Retool, una plataforma que te permite crear aplicaciones low-code. Ofrece una base de datos propia, permite generar scripts en JavaScript para simular lógica backend, y su front se arma arrastrando elementos de interfaz.
Después de una semana desvelado, teníamos un MVP. Feo, limitado, pero funcional.
Con eso fuimos a hablar con 10 empresas. Todas compartían el mismo dolor, aunque necesitaban algunas funcionalidades adicionales para que realmente les fuera útil: más conexiones, otros datos, o diferentes tipos de planes de comisiones.
Una de ellas nos dijo que pagaría si podíamos agregar ciertas funcionalidades. Bingo, había algo aquí.
Una empresa de tecnología sin CTO
Teníamos una idea clara y un producto (bueno, medio producto) que validaba el problema. Pero era evidente que yo no podía (ni quería) llevar esto a una plataforma seria por mi cuenta. Necesitábamos un CTO.
Fue entonces cuando apareció Decker, casi como un milagro. En mi búsqueda de un socio, me moví por todos lados: comunidades, grupos, lo que fuera. Sin exagerar, mandé más de 100 mensajes y tuve alrededor de 20 entrevistas, pero sentía que nadie encajaba.
Un día, cuando ya casi habíamos perdido la esperanza, recibí un mensaje en LinkedIn. Un tal Decker me decía que un amigo en común le había contado que buscaba CTO y que le interesaba lo que estábamos haciendo.
Pensé: "Viene recomendado, hagamos la reunión. No perdemos nada".
Entramos a la llamada y, a los 5 minutos, ya estaba claro que él era el indicado. Aunque era una persona tímida, empezó a hacerme preguntas que nadie más me había hecho: sobre el negocio, el mercado, por qué hacíamos lo que hacíamos. Era casi como un interrogatorio de inversor. Directo, sin vueltas. Me recordaba mucho a alguien con quien trabajé en Fintoc, probablemente la persona más inteligente que conocí. Pensé: esto tiene que ser una señal.
Hablamos durante casi una hora. Cuando terminamos, le dije que quería que conociera a Gonza. Era viernes, así que seguramente agendarían para el lunes.
De inmediato, le mandé un mensaje a Gonza en WhatsApp:
El movimiento es el mejor indicador de capacidad
Para mí, las personas inteligentes son las que se mueven. No se quedan en el papel, rompen esquemas y avanzan, viendo cómo resolver sobre la marcha. Esa es la clave.
El lunes a última hora, Gonza tenía su reunión con Decker. Ese mismo día, a las 3 de la tarde, recibí un link: Decker había replicado el front de Commet en una app real, la había desplegado y tenía funcionalidades básicas. Todo en un fin de semana, solo con lo que habíamos hablado el viernes.
Yo no lo podía creer.
Long story short: a Gonza también le encantó Decker, y empezamos a trabajar juntos. Nos pusimos a relevar lo que queríamos para la nueva versión y lo que necesitaba este cliente que ya estaba comprometido a pagar.
Nos pusimos manos a la obra.
Saltar al vacío no es un riesgo si crees que puedes volar
Dos semanas después, ya lo teníamos claro. Plan B distrae de Plan A. ¿Cuánto dinero necesitamos para vivir 6 meses? ¿Tenemos esos ahorros? Sí. Perfecto, en un mes dejamos nuestros trabajos y quemamos las naves. ¿Qué podía salir mal?
Así es como en septiembre, Commet nació oficialmente, con todos dedicados full time y con tres objetivos claros:
Crear el nuevo producto.
Conseguir capital para seguir creciendo.
Conseguir más clientes.
Sumando inversores al barco
Mi tarea como CEO estaba clara. Me fijé el OKR de cerrar una ronda pre-seed antes de fin de año. Aunque nunca lo había hecho, había leído bastante y siempre estuve rodeado de gente que había pasado por el proceso. Como soy curioso, pregunté mucho y fui absorbiendo información. Pero una cosa es saber la teoría y otra es hacerlo.
Hablamos con unos 10 fondos y aceleradoras. Algunos no estaban convencidos de la oportunidad; otros creían que el mercado era difícil o no lo suficientemente grande. Y sí, sabemos que es difícil, por eso lo hacemos.
En una conversación con otro emprendedor, me recomendó un fondo del que nunca había oído: Mr Pink VC. Entré a su web y me llamaron la atención dos cosas:
No aceptamos warm intros. Todo por formulario en la web.
Invertimos en emprendedores de la región CAPUC (Chile, Argentina, Perú, Uruguay y Colombia).
Busqué en LinkedIn a los partners. Gente con experiencia real, no solo inversores. Eran personas que habían "hecho" con sus manos. Acá hay algo, pensé.
El proceso de negociación da para un post entero, pero no me quiero extender. En resumen, Hernán entendió todo desde el principio. Conocía el problema, las soluciones similares y creía firmemente en que había espacio para esto en la región. Además, confió en el equipo desde el minuto uno. Después de algunas semanas de conversación y con bastante incertidumbre, llegó el momento: “Queremos invertir. Estas son las condiciones”.
Cuando me llegó el SAFE, no voy a negar que temblé un poco. Lo que habíamos soñado hace unos meses estaba tomando forma y ganando impulso para no parar de crecer. No dudamos un segundo. Firmamos y, al día siguiente, el dinero ya estaba en el banco. Todo el equipo de Mr Pink (y su comunidad de emprendedores) quedó a nuestra disposición para ayudar.
¿Qué sigue?
Esto recién empieza. Con un objetivo logrado y los otros dos en camino, vamos a construir la solución con la que todos los equipos comerciales querrán gestionar sus comisiones. Dándoles transparencia, velocidad y certeza en el proceso.
¡Stay tuned! 🚀